Córdoba

Algunas fotografías de una reciente visita del Clan Entintado al Valle de Punilla en la provincia de Córdoba:

(Click en cada imagen para verla más grande)

Sinestesia

Sinestesia es un gran programa de radio rebosante de buena música que se emite todos los viernes de 21 a 23 (hora de Argentina) y que puede escucharse vía Internet en Mansa Radio (http://www.mansaradio.com.ar). Hace unos días, los talentosos conductores de dicho programa (@_susanette y @repetitivo) sufrieron un episodio neurológico simultáneo que nubló momentáneamente su capacidad para distinguir el bien y el mal, y decidieron entonces invitarme vía Twitter a salir al aire con ellos. Ni corto ni perezoso, me presenté en los estudios de transmisión antes de que pudieran arrepentirse de su error y procedí a contaminar el éter con mi lamentable dicción e incomprensibles anécdotas, ante la desesperación de los mencionados locutores y sus colaboradores (la encantadora productora @OUIiJA y la no menos adorable @ceciliahorton).

El resultado de aquella noche irrepetible (por disposición legal del Comité de Radiodifusión) puede disfrutarse en el reproductor online de aquí abajo, o descargarse como un archivo en formato MP3, si así lo prefieren.

Espero que lo disfruten y se transformen en oyentes asiduos de Sinestesia, que cuando el invitado no soy yo es infinitamente mejor.

Acuerdo tácito

Teníamos un acuerdo, tácito pero claro: el Renault azul oscuro iría siempre delante mío a cien kilómetros por hora, suficiente como para mantenerme cerca sin demasiado esfuerzo. Seríamos una pareja vehicular inseparable a lo largo del viaje, él siempre abriéndome paso y yo confiando ciegamente en sus decisiones, dos gráciles figuras asombrando al resto de los motoristas, como si estos rejuntes de metal, plástico y carne pudieran enamorarse y bailar en los caminos. Belleza pura sobre el asfalto. Sin embargo, apenas unos segundos después de comenzado el pacto, mi compañero de ruta se despidió sin mayor ceremonia que una impersonal luz de giro y desapareció de la autopista. Acostumbrado a que la providencia no me ignore, en ese mismo momento formulé mi deseo.

Al día siguiente no me sorprendió encontrar al Renault en un rincón de una fotografía en el diario, publicada entre las numerosas páginas dedicadas a la desoladora explosión que destrozó por completo el orfanato de la ciudad y todos los edificios de varias cuadras a la redonda. En la imagen se apreciaba claramente cómo un trozo de mampostería había golpeado sobre el guardabarros derecho, abollándolo. Dadas las circunstancias, era muy poco probable que su compañía de seguros cubriera el incidente.

Sonreí complacido. Mis pequeñas maldiciones seguían siendo bastante efectivas.

El Gran Cambiazo

El Circo de los Hermanos Farfalla tiene una tradición, conocida como El Gran Cambiazo: una vez al año, en función privada, los trabajadores del circo intercambian sus roles. Todos aquellos que normalmente están detrás de escena (criadores de animales, iluminadores, empleados de limpieza, contadores y choferes) se calzan zapatones, galeras y trajes de lentejuelas, toman clavas y monociclos, se pintan la cara y salen a la pista. Mientras tanto, los payasos, domadores, magos y malabaristas ayudan tras bambalinas o se sientan en la platea como espectadores, tratando sin éxito de que sus falsas carcajadas disimulen el llanto inevitable. No lloran por la mala calidad del espectáculo (aunque tendrían todo el derecho de hacerlo), sino porque se asoman a una certeza trágica: ellos, los profesionales con múltiples títulos de escuela de circo y décadas de experiencia, son día tras día tan patéticos como esos toscos aficionados que hoy se tropiezan entre sí bajo las luces de los reflectores. Al día siguiente del Gran Cambiazo nunca hay función.

(Entradas anteriores en la saga del Circo de los Hermanos Farfalla)

Un millón de monos

Tardó un tiempo, pero al fin logró reunir un millón de monos y un millón de máquinas de escribir. Según la leyenda, al cabo de un millón de años alguno de ellos lograría escribir la mejor novela jamás conocida. Grande fue su decepción cuando, cumplido el lapso, lo único medianamente legible que pudo encontrar entre la enorme montaña de hojas mecanografiadas fueron estas mismísimas líneas, que ni siquiera logran concluir de manera correctklkadfkjasdfnm3,,mbananamvÑ%343e2.

Vuelta al ruedo

En este sencillo acto, se deja sin efecto el certificado de defunción que las líneas escritas en el post de acá abajo firmaron a fines del 2009. Por una variedad de razones (quizás la principal sea que la linda gente de Oblogo publicó en los últimos meses varios viejos posts encontrados en estas páginas), hoy estoy con muchas ganas de revivir a Amor Entintado. Tengo ideas para varios cuentos dando vuelta por ahí y creo que el frenesí ecléctico de Puchero de Tinta no es el ambiente indicado para hacerlas germinar, así que volvemos para estos pagos a desempolvar los estantes y ver qué pasa.

Espero que ustedes sigan ahí afuera. Quedan muy cordialmente invitados a volver y quedarse.

Cambio y fuera

Actualización del día 16 de Febrero de 2011: No crean en nada de lo que dice acá abajo. Para más información, vean el post de arriba. Post original del día 20 de Noviembre de 2009: Amor Entintado arrancó a principios del 2004, como un lugar para poner las cosas que se me juntaban en la cabeza en aquellos días de mucho tiempo libre (la cantidad de posts semanales en esas épocas es prueba irrefutable). Hoy, casi seis años, tres mudanzas y dos hijos después, las cosas son bastante diferentes. Ya no puedo ni quiero dedicar varias horas por día a pulir una idea hasta que quede algo medianamente decente.

A lo largo de este tiempo fueron apareciendo sitios satélite (Puchero de Tinta para enlaces, Tintografías para fotos, Mezcladito Entintado para música, Twitter para pavadas breves), en una especie de esfuerzo por encontrarle lugar a las cosas que no cuadraban con el espíritu original de este weblog. Pero tanto desparramo puede ser complicado de controlar y ya se sabe que quien mucho abarca etcétera. Hora de apretar el lazo y meter a todos los chivos en el mismo corral, digo yo.

Así es que en este sencillo acto doy por terminado este hermoso experimento de Amor Entintado (cayendo en la volteada también Tintografías y el Mezcladito). Y a los que tengan ganas de seguir los invito a pasar por Puchero de Tinta, la (vieja) nueva casa en donde iré acomodando todo lo que se me ocurra escribir, fotografiar, dibujar, escuchar, recopilar, copiar o robar de acá en adelante.

Gracias por todo, a todos, en serio. Ahí nos vamos viendo.

Romance

Llegó el momento que Lucrecia y Edgardo tanto habían anhelado. ¡Al fin solos! Se miraron largamente a los ojos, se tomaron de las manos y se estrecharon en un sensual abrazo. Sus cuerpos se fundieron en uno solo. Los niños del barrio no podían decidir si era más gracioso referirse al monstruo resultante (cuatro ojos, dos bocas, hermafrodita, cuadrúpedo y cuadrúmano) como "Lucrardo" o como "Edgarcia".

Estado de situación

Dice mi horóscopo que esta diáfana jornada es propicia para repasar un poco de lo que viene ocurriendo últimamente en las oficinas de Tintorro Global Entertainment Corporation, y yo siempre obedezco a los astros:

  • En primer lugar, acabo de actualizar el Mezcladito Entintado, nuestro ecléctico y coqueto apartado musical. Las nueve canciones que hoy nos acompañan fueron seleccionadas mediante el siguiente método: ordenamiento de biblioteca musical de acuerdo a los temas más escuchados en los últimos quince días. Los primeros de la lista entraron. Así de simple. Sin ningún orden en particular, encontrarán: desesperanza, esquizofrenia, somnolencia, nostalgia, resentimiento, fiesta, sensualidad, transpiración e inspiración. Pase y revise, señora, que algo se lleva.
  • Son ya más de 50 las páginas rebosantes de enlaces, frases, imágenes y clips que pueden encontrarse en Puchero de Tinta, nuestro ya veterano apartado recolector de cosas lindas (según quien esto escribe, claro).
  • Hablando de cosas que consideramos lindas, ya vamos por la fotografía número ciento treinta y pico en nuestra humilde galería online llamada, en un rapto de originalidad, Tintografías. Siéntanse libres de hurgar en el archivo, elegir la imagen que menos les guste y dejar un comentario merecidamente lapidario.
  • Estoy actualizando Twitter con cierta regularidad. No parece complicado, pero hay cierta cuota de arte en ser consistentemente mediocre en menos de 140 caracteres.

Los dejo con unas palabras de Joey Comeau, uno de los santos patronos de este weblog, tomadas de uno de sus más recientes webcomics: "Encontré el secreto de la vida, pero todavía no lo miré. Quizás si tengo tiempo la semana que viene".

Idea #2: Pim, pam, pum

Uno de los aspectos más atractivos del idioma inglés, en mi opinión, es la cantidad de palabras basadas en onomatopeyas: boom, splash, clap, whiz, crack, blast, zip, etc. Hay algo ingenuo y primario, casi infantil, que hace que estas palabras resulten simpáticas aún cuando se refieran a conceptos negativos, y estoy convencido de que el idioma castellano se beneficiaría enormemente incorporando vocablos similares.

Imaginen ustedes cuánto más digeribles resultarían titulares como estos en el diario matinal:

  • La Bolsa de Valores cataplumeó ayer un 4,2%
  • Jugador expulsado por propinarle un estup al juez de línea.
  • Delincuentes y policías se bambanguearon en La Salada.
  • Nuevas políticas sanitarias provocan un blerg generalizado en la ciudadanía.

Si las personas correctas escucharan mis ideas, grandes cosas ocurrirían.

Un instante de magia

Muy pocos se atrevieron a soñarlo. Nadie tuvo la osadía de esperar que ocurriera. Antiguos manuscritos lo señalaban como signo inequívoco del fin de los tiempos. Matemáticos y clarividentes acordaron que era imposible.

Sin embargo, durante un brevísimo momento en una noche tibia de Agosto, apenas pasadas las tres de la mañana, ninguno de los ochenta y tres canales de TV por cable emitió publicidad.

Y todo siguió igual.

Agua

El agua cura, brilla, enfría, ahoga, relaja, patina, salpica, suena, mata. Y está bien que así sea.

Agua (Agosto 2009)

Algunos detalles:

Estos retazos acuáticos fueron capturados con una cámara Canon Powershot SD960 IS, la cual ofrece un muy lindo modo de video con capacidad de filmar en alta definición (1280 x 720 píxels). La mayor calidad de imagen puede hacer que la carga del clip sea algo lenta, pero creo que vale la pena (si prefieren acelerar las cosas, siempre pueden desactivar el modo HD mediante el botón sobreimpuesto en el video durante la reproducción). Toda edición y compaginación, como en el videoclip publicado hace algunas semanas, fue realizada mediante el programa iMovie.

El tema músical de fondo fue compuesto (¡¿compuesto?!) para la ocasión. Lleva como obvio título "Submarinos" y puede descargarse en formato MP3 haciendo click en estas mismísimas palabras. Todo lo que se escucha fue generado desde el programa GarageBand, sin intervención de ningún tipo de instrumento real (en contrapartida con lo virtual) ni músicos competentes (en contrapartida con quien esto escribe).