Lo maravilloso del arte digital abstracto es que uno puede, por un instante, disimular levemente su total incapacidad. No es este el caso.
Silla
Reinterpretación a mano (digital) alzada de una silla, similar a las que tienen mis abuelos en su comedor diario.
Autorretrato I
Para un medio tan egocéntrico y ombliguista como un weblog personal (sobre todo el que aquí nos atañe), nada mejor que una bonita serie de autorretratos sin ningún tipo de mérito artístico.
En este primer ejemplar, todos quienes tengan el dudoso honor de conocerme estarán de acuerdo en que los ojos son lo único medianamente parecido a la realidad.
Tero
Para horror de la comunidad artística, el ambiente bloguístico y la humanidad toda, cayó en mis manos una cosa como ésta y pienso utilizarla con los peores fines imaginables. Quedan ustedes debidamente avisados.