Futuro imperfecto

Es mi penoso deber informar a los inestimables lectores que dentro de exactamente cuarenta años el autor de estas líneas lucirá así (cana más o arruga menos):

Ante semejante revelación, quedará en ustedes la difícil decisión de seguir frecuentando este rincón, que para aquel entonces (y a juzgar por el cansino ritmo de publicación habitual) estará festejando su post intrascendente número cuatro mil.

El que avisa no es traidor.

(Por cierto, si desean asomarse al espantoso futuro de sus hoy resplandecientes rostros, pasen por esta página y prepárense para deprimirse)