"Saco mi esperanza, igual que una deslumbrante joya,
y la guardo, otra vez sola"
Juan Ramón Jiménez
Mis esperanzas son tramas borrosas
de fantasías cifradas en claves confusas.
En los sueños abren cauces rosados y profundos.
Cuando despierto me alientan y elevan mi ánimo.
Echadas a vuelo trepan las aspas de los molinos,
que en su girar las dispersan al infinito.
Nacerán nuevas, una tras otra, como las olas del mar,
pero como éstas, pocas conservarán su espuma...
Los versos que hoy nos engalanan no son míos (como ya todos habrán sospechado por la calidad de los mismos), sino que pertenecen a un laureadísimo cuentista y poeta del Sur del Gran Buenos Aires, Enrique R. Fernández Anderson. Forman parte de su flamante libro "Poemas sobre mucho o nada", todavía no disponible para el público en general, pero todo llegará a su debido tiempo. Mantengan las orejas peladas para captar más novedades al respecto.
Por una de esas casualidades injustas de la vida, a Don Fernández Anderson le tocó padecerme como nieto, y su inspiración y aliento son razones fundamentales para que Amor Entintado exista hoy. Así que ya saben a dónde dirigir sus reclamos. Ojalá que al pobre no se lo juzgue por este flagrante error en un océano de mayúsculos aciertos.
Y no se preocupen, que ya volverá este blog a su mediocridad habitual. Aprovechen este remanso brillante mientras dure.