Como quien no quiere la cosa, Mateo recibe múltiples medallas en el acto de fin de año de su colegio, y a nosotros nos internan por supuración descontrolada de orgullo por orificios múltiples. Perdón por la mala calidad de la imagen, culpa de la distancia, la falta de luz y el temblequeo del fotógrafo.
Próxima parada: tercer grado.