No hay mejor forma de retornar de un prolongado silencio blogueril que publicar una serie de imágenes confusas, desenfocadas y cuasi-abstractas.
Estas fotografías fueron tomadas por quien esto escribe en un moderno local nocturno de esta ciudad, durante una despedida de solteros llevada a cabo el fin de semana próximo pasado. Atento a la sensibilidad artística de la distinguida audiencia, decidí evitar cualquier tipo de imagen impúdica, lasciva o decadente (las cuales, me temo, conforman la mayoría de las capturadas aquella desaforada noche) y concentrarme en cambio en los caprichos luminosos del neón y el aluminio.
Confío en que ustedes sabrán apreciar mi delicada discreción.