Esta foto es, sin ninguna duda, mi favorita de todo el montón: desde este ángulo, la mueca de espanto parece una sonrisa pícara, los manchones de sangre se confunden con las flores del estampado, los muñones quedan ocultos por el faldón de terciopelo y el resplandor del incendio le da un tono cálido a toda la escena. La verdad es que salió muy, muy linda.