Quise escupir doce versos
de vocales retorcidas,
tajos de letra herida,
medias rimas sin esfuerzo.
Quise esta tarde maldita
untar curvas de tu cuello
con miel rancia mal escrita
que borrara todo aquello.
Quise que no reclames
tus sueños de puro ayer,
finales que no quise ver.
Salió esto. Perdoname.