De regreso

Luego de una fórmula combinada de dieciocho horas de avión, veinticinco libras de papas fritas consumidas y centenares de millas cuadradas de arenosas playas desdeñadas con vigor por un sorprendentemente pulcro Mateo, aquí estamos de vuelta en el punto exacto que nos vio partir.

Y traemos con nosotros renovados bríos, sobre todo para averiguar exactamente qué son los bríos y a qué oficina hay que dirigirse para realizar el trámite de renovación.

Los extrañamos mucho, de verdad.