Quinquenio

Hace exactamente cinco años, con una parrafada de dudosa factura que comenzaba a marcar la pauta indudable de lo que vendría después, este bonito weblog hacía su debut. Hoy, cuatrocientos posts y más de cinco mil comentarios más tarde, seguimos acá y todo indica que no nos vamos a ningún lado.

La vida de Amor Entintado coincide con algunos de los mejores años de la mía propia y se me hace imposible separarlas. Escribo esto, mal o bien, con el mismo entusiasmo que aquellas primeras pavadas. Lo disfruto muchísimo y, por lo tanto, lo hago un poco (bastante) para mí. Pero lo cierto es que, más allá de ese egoísmo, el paquete termina de cerrar cuando le llega a alguien de afuera, a otro que no soy yo.

Vaya entonces un gran abrazo, imaginario pero bien real, para todos los que malgastan un rato de sus vidas en este rincón.