En plena cumbre económica mundial, los intérpretes infiltrados comienzan con el plan: usan la palabra "pelota" cuando corresponde "bono", traducen "porcentaje" como "bigote", reemplazan "interés" por "helado de banana", dicen "dormir" en lugar de "devaluar". Al día siguiente, las bolsas de todo el mundo se siguen desplomando y todo el mundo es más pobre, pero por lo menos ahora se entiende mejor por qué: el Comando Subterráneo Carlitos Balá ha vuelto a atacar.