Si bien ayer lloré sin más decoro
tu ausencia cruel, vulgar y rencorosa,
sabelo: hoy mi mirada color rosa
se debe a un chapuzón con harto cloro.
Yo sé que esto parece un gran sollozo
por tu traición, pero es tan sólo hipo;
me recetó el Rubén (siempre buen tipo)
diez tragos sin parar de algo asqueroso.
No compres hoy mi pena, no hay derecho,
si mi alma ya no sufre entre tus manos.
Mis males son de origen más mundano.
No es por vos el dolor acá en el pecho,
no lloro ya tu amor, no me desbordo:
Infarto de miocardio, dijo el tordo.
Vulgares estrofas inspiradas por los gloriosos pornosonetos de Ramón Paz (y ojito los espíritus inocentes al hacer click en el enlace, que el nombre está muy bien puesto y allá se van a encontrar con los versos más maravillosamente subidos de tono de toditas estas pampas)